18 de marzo de 2017

Mamma Mia! / ABBA, como Björk, es atemporal


Hace diez años servidor estaba viendo el musical de Mamma Mia!, más o menos por las mismas fechas, en el Teatro Lope de Vega cuando le quedaban pocos meses para terminar la tercera temporada y antes de irse a Barcelona. Ya entonces las canciones de ABBA, sobre el que se construyó la historia, hicieron vibrar al público con esta adaptación en el que todo era en español. Así el espectáculo estuvo, entre unos y otros lugares, de 2004 a 2011 siendo una de las producciones más importantes españolas. En 2015 regresaría de nuevo, comenzando en Barcelona, haciendo un tour por diversas ciudades y ahora regresa a Madrid donde estará hasta el mes de junio... Y aquí es el momento en el que, diez años después, pero en el Teatro Coliseum, hemos regresado y ahí cosas que nunca cambian.


Meet & Greet con parte del equipo

Este era el primer día en el que se celebraba el particular Meet & Greet, todos los martes una hora antes de la función de los martes hasta el 26 de abril, donde algunos de los miembros del musical nos cuentan esos secretillos que no conocemos. En total trabajan 80 personas en Mamma Mia! desde los actores hasta la orquesta, han estado montando la versión de Madrid durante un mes, los decorados son movidos por miembros del equipo técnico que van vestidos para no desencajar con la obra en las transiciones y funcionan por una serie de marcas que hay sobre el suelo del escenario. Los micrófonos se encuentran situados en la frente de los protagonistas, escondidos bajo el pelo o que algunos trajes tienen elementos de Swarovski... excepto en los que son calvos que si que se puede comprobar donde están. Creo que estos "encuentros" tienen que ir mejorando en próximas ocasiones porque daba la sensación que estaba hecho con prisa para poder volver cada uno de sus miembros a los quehaceres lógicos previos a una función. Supongo que con el rodaje esto mejorará, por ejemplo, ampliando su duración o haciendo una ronda de preguntas entre el público presente.


Mamma Mia! tiene en el director de orquesta, Xavier Torras, a una persona implicada, sólo había que verle mover la cabeza al ritmo de la música, entregado al espectáculo y con alguna interacción con los personajes en el escenario. Con un decorado relativamente sencillo se consigue crear las diferentes atmósferas de la isla griega donde transcurre la historia de Donna y Sophie.

Una de las curiosidades de esta nueva etapa es que repiten en sus papeles Nina, como Donna, y Nando González como Javi, como en aquella época hace diez años y parece que no han pasado los años para ellos. Pero sí, han pasado exactamente trece desde que levantara el telón por primera vez el 11 de noviembre de 2004 en el madrileño Lope de Vega.

La historia nos cuenta como Sophie, la hija de Donna, se va a casar pero no sabe quien es su padre. Investigando en el diario de su madre sospecha que hay tres posibles candidatos y no se le ocurre nada mejor que invitar a los tres a la celebración con el objetivo de descubrir la verdad. Una isla griega como lugar de la historia, las canciones pegadizas de ABBA adaptadas al español ("Dancing Queen, hoy tu cuerpo es un polvorín") y unos personajes que juegan con la exageración y que pretenden hacernos pasar más de dos horas de espectáculo tatareando hasta hacer levantar al público en los bises finales, como si fuera un concierto. Concierto de ABBA que, por cierto, se hará realidad en 2018 de forma virtual tal y como anunciaron el año pasado.



Un espectáculo que sigue vigente porque ABBA, como Björk que decía Natalia en Miss Tacuarembó, es atemporal. ABBA es parte del pop... y he llegado a casa con unas ganas de escuchar a los A*Teens, aquellos chavales que eran de nuestra generación y que en el vídeo de Mamma Mia querían contarnos que uno cuando cumple 30 también se puede seguir divirtiendo... Ains...

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