12 de mayo de 2017

"Sólo estaré muerto cuando no quiera bailar"


Y lo de esta noche ha confirmado que no estamos muertos, que queremos bailar (y cantar) toda la noche con canciones de El Buen Hijo. Sólo hace un año desde que publicaron su primera canción y ya se veía como eran el grupo pop que necesitábamos. Amantes del pop nacional y de grupos como Capitán Sunrise (cosecha 2010) o Detergente Líquido (cosecha 2013), beben de sus influencias, consiguen emocionar, cantar y vibrar con sus ritmos y amor profeso al pop. Esta noche en una Maravillas llena de gente y de fans de los de buscar las primeras filas... Que os resultará de lo más normal, pero he visto tocar en esa misma sala con años y años de experiencia y tener la parte de abajo cuasi vacía. 


Es que lo que he visto esta noche no es sólo un grupo compacto con amor a la música pop, he visto un grupo de seguidores entregados a la causa, cantando las letras como si fueran ellos las que las hubieran escrito. Esa sensación que ya tenías, que es un grupo que viene para hacer cosas grandes. Y, ojo, eso no significa que acaben llenando estadios o palacios de los deportes, que podría suceder, pero que tienen la capacidad de hacer canciones como si fuera tan sencillo encontrar la fórmula para una introducción, estrofas y estribillos.


Entre sonidos desde Pekín, ritmos con enfermedades venéreas por enmedio, otra de pescados que provocan extraños efectos, una de adolescentes en la década de los veinte años ("Dichosa juventud" se escuchaba a alguien decir en la sala), decidir que no se va a pronosticar el apocalipsis y el horror de un mundo futuro, versionando a Los Planetas (¡El Buen Hijo al Contempopránea!) o letras que recuerdan que quizás cualquier tiempo pasado no fue mejor en nuestra vida, aunque si para hacer una canción. Letras con realismo rebozadas de melodías que no vas a poder quitarte de la cabeza.

Así que lo de esta noche, insisto, nos ha hecho sentir que no estamos muertos, que el confeti sigue impregnando nuestra vida aunque hubiera que empezar tres veces, porque eso es lo que después se cuenta pasados los años, esos pequeños momentos anecdóticos en el escenario.


Gracias a Marco, Alicia, Sergio y Cham por dejarnos ver lo que es disfrutar en el escenario y por ese público juvenil que hace creer que todavía hay esperanza sin la necesidad que aparezca Obi-Wan Kenobi.

Han muerto Ellos, larga vida a El Buen Hijo y a tomar por culo no ver la segunda semifinal de Eurovision que como decía Felipe: "Aquí vas a escuchar mejor música que allí". Toda la razón.

¿Me los ponéis para llevar a casa? Sí, en menú XXL y con unos aros de cebolla y un McFlurry.

Entrevista al grupo musical por aquí


Fotografías: 6 grados bajo cero

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