6 de abril de 2015

'¿A quién te llevarías a una isla desierta?' | La vida es así (la vida es así)


EZE: ¿Me ves como un fracasado?
MARTA: Claro que no ...
EZE: Pero lo piensas ¿verdad?

Un día que comienza como otro cualquiera. Una azotea. Una casa. Una última celebración. La vida es así, te sorprende cuando menos te lo esperas, en ocasiones te pone en tu camino maravillosas oportunidad y, en otras, te hunde en un abrir y cerrar de ojos. Los cuatro personajes protagonistas de ¿A quien te llevarías a una isla desierta?, de Jota Linares (cortos Ratas, 3,2 (Lo que hacen las novias), Rubita) y que se ha puesto de largo en su nueva ubicación en el Off del Teatro Lara, van a tener un día en que cambiará todo.

Si alguien me pide como definir la obra, sin revelar nada trascendental, lo resumiría con: "Esto es la vida", esas cuatro palabras que demuestran que a veces todo no es como creemos, ni podemos pensar que todo está programado para que pase con creemos por nuestra cabeza. Al salir del teatro te ves obligado a reflexionar sobre lo que ha sucedido, sobre tu vida, y sobre todo lo que ha pasado en ella.


El plantel de la obra lo forman los actores: Abel Zamora, que regresa con Yernos que aman a la Pensión de las Pulgas y acaba de ganar el premio Mi Butaquita a Mejor Autor; Juan Blanco, al que podéis ver sufrir en el clip Camas y Trincheras de Rusos Blancos (uno de los hits de este año) y ha hecho su aparición en El Ministerio del Tiempo; Beatriz Arjona, ganadora del Biznaga de Plata a la Mejor Actriz de reparto en el Festival de Málaga por la película Casting; Bea de la Cruz, (cover de Maggie Civantos, y la que vi yo en mi pase) actualmente en el plantel de la serie Aquí paz y después gloria de Telecinco.

Todos ellos se meten de lleno en unos personajes que viven una celebración de despedida, una casa llena de recuerdos llenos de canciones y referencias cinéfilas que, tras ocho años, se ven obligados a dejar porque llega un nuevo futuro para ellos,. En ocasiones planificado, pero en otros llegando de golpe, con promesas por cumplir. A partir de ese momento nada es previsible, como la vida. Una dramedia.

La sensación al salir es querer estar solo, ponerte los cascos, escoger alguna canción intensa y dejarte llevar. Quizás sin darte cuenta estás reflejado en alguno de los personajes de ¿A quién te llevarías a una isla desierta? y esa es la magia de esta puta obra es la sensación que podría tener por debajo el cartel de "Basado en hechos reales". Emociones a flor de piel.


[WARNING: Reflexión que sólo recomendaría leer si has visto la obra] En realidad ¿A quién te llevarías a una isla desierta? juega en el mismo terreno que muchas canciones pop: te envuelven todo de una forma que, cuando menos te lo esperabas, te llena de drama al detenerte en su letra. Cambiarme las melodías felices por la comedía y está listo. Al terminar te da la sensación que perfectamente, al comienzo de la misma, podría sonar Magic de Chucho. Sería el guiño perfecto para decir al espectador: "No, esto aparenta algo feliz pero habla sobre un fin inminente" También, viendo las continuas referencias cinematográficas del guión, crees que escuchas parece a Leire en ese monumental monólogo final de Piedras "¿Dónde irán los sueños cuando no los conseguimos? Porque a algún sitio tendrán que ir". Y, por otro lado, no puedo dejar de canturrear el Qué nos va a pasar de La Buena Vida, que tiene ese punto de canción que habla como cuando se rompe siempre llega alguien más... pero si uno escucha bien la canción se da cuenta que no lo dice convencido, porque, no tiene porque ser así. No tiene porque encontrarse ese algo más que se busca [FIN de la reflexión]

¿A quién te llevarías a una isla desierta? es un must de obligada visita en la cartelera madrileña, porque se disfruta las situaciones, que van yendo entre el drama y la comedia, con las reflexiones que te obliga a hacerte y plantearte. Ains, la vida, como es... Un buen ejemplo que la escena española está más viva que nunca y hay ganas de seguir haciendo cosas diferentes.


PD a la atención del Teatro Lara: que en una obra se escucha la música de la obra de la sala principal como si el vecino de arriba de mi casa pusiera el Dolby Surround a toda leche... no lo veo yo muy lógico No sólo es una falta de respeto al público, que es el que paga, sino también a los propios actores y el equipo de la obra que no creo que puedan trabajar en buenas condiciones. He dicho.

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